Un paseo en teleférico

Todo madrileño que se precie ha montado alguna vez en teleférico, ese extraño medio de transporte que recorre una parte del centro de la ciudad desde el Paseo de Pintor Rosales hasta la Plaza de los Pasos Perdidos.

Se trata de una histórica atracción turística que permite a los pasajeros sobrevolar Madrid y otear vistas que no se pueden apreciar desde tierra. El Parque del Oeste, la estación ferroviaria de Príncipe Pío, las ermitas de San Antonio de la Florida o el Templo de Debod son algunos de los elementos que podrán vislumbrar desde las alturas.

Además, el teleférico ofrece a todo el que se encuentre en su cabina conocer un tramo del recorrido del río Manzanares y observar la amplitud de la Casa de Campo, uno de los pulmones verdes de la ciudad, conformada, entre otros, por un gran lago, el Parque de Atracciones y el Zoo.

Las tarifas del paseo en teleférico oscilan entre los 3 y los 5 euros y los horarios dependen de la época del año en que queramos montar en él: el primer viaje sale siempre a las 12 del mediodía pero el último varía entre las seis y las nueve de la noche. Los tres meses más duros del invierno – octubre, noviembre y diciembre – se detiene su funcionamiento, pero se retoma a principios de enero. Además, durante los meses de enero y febrero sólo abre los fines de semana.